“Un día lo soñás, otro lo lográs”
Cuando comencé a imaginar NAJ, era casi un sueño, algo que solo podía aparecer cuando cerraba los ojos o cuando despierta volaba planeando como sería crear mi propia marca. NAJ, no tenía nombre, pero si tenía letras y eran esas, sin dudas eran esas, solo había que buscar como acomodarlas.
Una noche las acomodé, lo decidí y lo empecé.
Lo soñé tanto tanto que no podía fallar. Preparé cada una de mis primeras velas, con tanto amor que era imposible que no salieran como quería. Hice y deshice. Me ilusioné y me desilusioné (a veces no es tan fácil que todo quede como soñás). Armé y desarmé hasta que todo estaba como mis ojos querían ver. Y ahí lo hicimos nacer.
Siempre voy a hablar de NAJ en plural, aunque sea yo sola quien arme las velas, quien elija los aromas, quien maneje las redes, quien vuele pensando que más hacer para sorprender a la gente que nos elije, porque NAJ es toda mi familia y todos los que me quieren bien.
Atrás estoy yo, Day, una persona afortunada y agradecida de tener tanta gente que la acompañe, tanta gente que nunca pregunte y solo diga “Dale, voy con vos”, o que no diga nada, pero que cuando te das vuelta o quizá estás bajando la guardia están ahí, al lado, en silencio pero siempre firmes.
NAJ nació para quedarse y para llevar un poco de todo el amor que yo recibo a sus hogares.